Esta sala es uno de los espacios más bonitos de mi casa. Y podemos imaginarla también como un barco: por aquí, se diría, las cosas navegan, y yo, que asocio ideas, me empeño en ver siempre el agua del mar. La habitación se llama «contado con el cuerpo», y, para empezar por el principio, habrá que explicar por qué se llama así, y por qué en lenguaje matemático lleva el número infinito ∞.

Aquí se hablará de danza, por supuesto, pero también de ética, de estética, de comunicación y, sobre todo, de aquello que a veces, en silencio, les ocurre a las personas. Y también contaré cosillas mías, se hablará de otros bailarines, incluso de personas que ni siquiera saben que lo son. Quien quiera podrá ver danza de diferentes autores, compañías y estilos, e intentaremos leer entre todos cómo el cuerpo habla mientras baila, sin tecnicismos, dejándonos guiar, ante todo, por la emoción que desprende el movimiento.

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